Aprende y juega con el Código Morse
Un poco de historia, anécdotas y actividades sobre el Código Morse, tan usado en el Movimiento Guía y Scout para desarrollar la concentración y trabajo en equipo.
La necesidad de poder comunicarse a larga distancia siempre fue un desafío para la humanidad. Las primeras formas de darse a entender entre personas fue en 1746, gracias al religioso y científico francés Jean Antoine Nollet, quien conectó un cable de hierro de un kilómetro y medio en un campo circular entre varias voluntarios y demostró que la velocidad de propagación de electricidad era muy alta.
Luego, durante casi 100 años, diversos expertos como Peter Barlow, André-Marie Ampère, William Sturgeon mejoraron y ampliaron la idea hasta convertirla en lo que se conoce como electromagnetismo que describe la interacción de partículas cargadas con campos eléctricos y magnéticos que vemos actualmente en microondas, antenas, satélites, fibras ópticas, entre otros.
La historia cuenta que el estadounidense Samuel Morse ideó este código cuando escuchó en un barco una conversación entre pasajeros sobre el sistema de las comunicaciones y el electromagnetismo. Anotó en una libreta esbozos de la idea y luego de buscar financiamientos para su aparatosa máquina, en 1884 demostró públicamente su telégrafo entre la Cámara de la Corte Suprema en el Capitolio de EE.UU. en Washington hasta el ferrocarril de B & O (ahora el B & O Railroad Museum) en Baltimore. Una distancia de 60 kilómetros (aprox.) donde se emitió el histórico mensaje «What hath God wrought?» («¿Qué nos ha traído Dios?«), lo que rápidamente validó el invento para emitir mensajes de un extremo del país a otro y sobre todo en la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
Morse en los Scouts y Guías del mundo
El Código Morse se puede usar con medios sonoros o visuales, principalmente en casos de emergencias y en el Movimiento Guía y Scout se usa para motivar a los niños y jóvenes en trabajos de equipo. Por ejemplo, si una patrulla decide ordenar su rincón, se les puede ordenar por medio de un mensaje “oculto”, lo que permitirá que lo hagan más motivados ya que será parte de un juego y de un desafío.
Este código y otras claves como Murciélago, Cenit/Polar o el lenguaje de señas con banderas desarrollan los sentidos, la concentración y la concentración de los participantes.
Hay varias formas de recordar la Clave o Código Morse. Una de las más populares es reemplazar las vocales por puntos, excepto la vocal O, que es una raya. Así cada letra tendrá una palabra clave definida cuya inicial será la misma letra. Por ejemplo: “A” tiene asociada la palabra “Asno”, que tiene las vocales A y O, por lo tanto es . – (un punto y una raya).
En actividades lo más usual es utilizar el silbato, pero existen otros medios visuales como el humo, las luces, señales con los brazos o banderas. Si va a hacer una fogata para realizar las señales, fíjate de que sea debido a una emergencia y apagarla cuando termines. Y en el caso de las luces o linternas, fíjate que se distingan en la oscuridad nítidamente los puntos de las rayas.
Actividades y juegos con la Clave Morse
- Mesa Pide: Se invita a los integrantes que cada vez que el líder del juego pida un objeto o solicite una tarea sea claro en entregar el mensaje.
- Juegos Nocturnos: Aquí puedes aprovechar las distancias e invitar a los niños, niñas y jóvenes a enviar mensajes de largas distancias. Por ejemplo, dividir en grupos y que el equipo contrario impida que el mensaje se entregue con claridad.
- Competencia de Morse: El adulto entrega un mensaje con el silbato o una linterna y las patrullas que descifren en mensaje más rápido, gana. Lo importante aquí es que todos los integrantes puedan practicar la clave para futuros juegos o emergencias.
El cine está plagado de guiños al Código Morse, desde «Interestelar», «Titanic», «Parasite» o las innumerables sobre guerra, comunicaciones. Aquí recordamos esta escena de la serie «Perdidos en el Espacio» (2018).
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